A tenor de las miradas y los comentarios que se escuchaba de pas personas que me seguían en la cola este simple acto de inesperada asertividad por mi parte parecía coincidir exactamente con lo que todo el mundo le gustaría hacer en estos casos y por uno u otro motivo no acaba haciendo, os aseguro que es genial, os invito a que no os reprimáis y lo hagáis siempre que podáis.
Cuando duden de la “honorabilidad” de vuestro dinero, dudar de la honorabilidad del suyo.