Estamos acostumbrándonos a hablar demasiado de Proyectos, o mejor dicho a hablar demasiado «solo» de Proyectos y creo que estamos limitando el foco, perdiendo altura y si me permiten hasta pervirtiendo el mensaje, haciendo creer que los Proyectos son el único ungüento milagroso con el que se van a poder solucionar todos los males de las organizaciones, grandes o pequeñas, actuales y futuras.