El 27 de marzo de 1879 la «Compagnie Francaise du Telegraphe de Paris a New York» emitió una ampliación de capital para acometer la labor de ampliación del tendido telegráfico interoceánico.
Para tal fin la dicha compañía emitió acciones de quinientos francos al portador que puso rápidamente en circulación.
Un titulo original de aquella ampliación de capital se encuentra en perfecto estado de conservación en mi Museo Paleo-Tecnológico.
A un precio de 5 dólares por palabra, y 17 palabras por minuto, esta iniciativa permitió unos ingresos de 2 millones de dólares por año, siendo un negocio realmente rentable y una perfecta inversión para aquellos que habían arriesgado su dinero comprando dichos títulos.
Un poco de historia:
Los cables de telégrafo transoceánicos favorecieron las comunicaciones rápidas entre los centros líderes mundiales financieros, permitiendo el intercambio en el mercado financiero y retransmitiendo precios mundiales sobre materias primas.
Trazados de puentes transatlánticos fueron proyectados sin éxito en 6 ocasiones entre 1857 a 1866. El americano Cyrus Field fue quien impulso continuamente estas iniciativas con el apoyo británico.
Hacia finales de 1892 ya se establecieron 10 tendidos de telégrafo transoceánicos y unos cuantos años más tarde, hacia 1930 ya se podían contar alrededor de 350,000 millas de líneas de telégrafo a escala mundial.
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